Del otro lado de la isla, en la playa de Kalo Livadi, se encuentra Solymar. Este restaurante cuenta con una hermosa vista hacia su playa prácticamente privada, un ambiente playero super acogedor y una atención excepcional. La decoración va adhoc al ambiente y permite que los clientes se sientan agusto. Personalmente, creo que es un lugar super relajante que está hecho para disfrutar.

El chef Marios Tsouris nos atendió y nos enamoró con los platillos que nos fue presentando. Esta vez pudimos degustar cocina mediterránea, que debo decirlo, es exquisita. La presentación es toda una degustación para la vista. Los platillos presentados tan hermosamente, se complementan con un sabor inigualable. Combinando los platillos con la magnifica vista, tenemos como resultado una experiencia fabulosa en una de las mejores playas de Mykonos.

Solymar cuenta con un restaurante, bar, una hermosa playa y por supuesto dan servicio a las palapas que se encuentran junto al mar. En resumidas palabras, el paraíso. Un DJ se encarga de ambientar el lugar con música muy agradable (un rato pusieron música latina y estábamos como locas cantando). Varias mesas estaban ocupadas, pero la distribución del lugar permite que no te sientas “apretado” y tampoco que te moleste el ruido.

Uno de los platillos que más me encanto fue el postre. No hablo solamente del sabor, ni de la consistencia. Estoy hablando de todo: desde la presentación, el show, todo. Nos sirvieron una esfera de chocolate que a simple vista se veía muy estética, sin embargo el mesero vertió un vasito de jarabe dulce algo caliente. Esto provocó que las esfera se fuera deshaciendo hasta quedar como múltiples “hojas” de chocolate en el plato. Seguido de eso, la cuchara se entierra en el platillo y voilá! está listo para comerse. Así pues, no demoré y le di el primer mordisco. Uff! definitivamente es uno de los postres mas deliciosos que he probado en la vida.

Si vas a visitar Mykonos, no puedes dejar de conocer Solymar! Puedes hacer tu reservación aquí.

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